lunes, 29 de diciembre de 2008

El grinch reblandecido


Siempre fuí medio grinch, esto de la Navidad no se me da fácil.
Bueno, calculo que siempre siempre no. Supongo que cuando chico disfrutaba con la llegada de los regalos, la trasnochada, el turrón, el pan dulce (me acuerdo que en esa época le sacaba las pasas de uva), un poco más grande la sidra y/o el lemon champ, que yo mismo me encargaba de hacer.
Pero pasada la adolescencia, cuando me dí cuenta que Papá Noel son los padres... ya sé, ya sé, un poco tarde, también soy un poco caído del catre. Me empezó a causar un poco de... de... ¿cómo decirlo?, de cosita.
Porque, como dice Dolina, empecé a sospechar que todos sabían algo que yo no sabía, por eso eran tan felices y disfrutaban tanto estas fechas.
Ojo, no confundir. Me gusta juntarme con la familia, o con algún otro, comer rico, charlar hasta tarde, recibir y dar regalos, tomar un poquito de más... ¿a quién no?. Lo que me pasa es que eso se puede hacer en cualquier momento del año por eso me sorprende la importancia de la fecha.
Aquellos creyentes me dirán "¡eh, desalmado!, es cuando nació Jesús, ¿no te gusta celebrar tu cumpleaños a vos?", a lo que contestaré "aaaaahhh, entonces es una excusa para juntarse, como el día del amigo, está bien, si de excusas se trata, podemos inventar 365 y hacer fiesta todos los días, salvo el 29 de febrero de los años bisiestos, día que utilizaremos para hacer descansar el hígado un cacho".
Como siempre, empiezo a escribir por la raíz y poco a poco vos subiendo, hasta irme por las ramas, además, yo quería dejar un mensaje positivo, pero este posteo es como una arena movediza: más escribo, más me entierro.
Retomo. Les decía que para mí Navidad es medio X, pero esta Navidad me ablandó un poquito. Es decir, no fue la Navidad en sí, ni la cena, que estaba muy rica y bien acompañada (salvo por una o dos personas que no saben cómo actuar en sociedad), ni el vinito, ni los chocolates, ni el postre, que era una patada al hígado, ni los regalos, que excepto la jabonera y el libro (que está buenísimo), eran otra patada al hígado.
No... el desgrinchador, el ablandador de mocos, el tiernizador de esta milanesa de carne de cebú, fue mi hijo, el que está afuera de la panza, que le escribió un mail a Papá Noel; en realidad a Santa Claus, porque Papá Noel llega a Francia y a Argentina, acá llega Santa, que es como un clon de Papá Noel, igualito, igualito, por ahí un poco más glamoroso y abrigado, según veo. En fin, le escribió con ayuda de su madre y le pidió pelotitas de goma, ¿entendés?, no le pidió una Play Station, ni una moto a baterías de esas que son como las grandes, pero para niños, tampoco le pidió un Max Steel ni un Elmo que le hacés cosquillas y se revuelca de la risa. No, con unas pelotitas de goma, de esas que rebotan alto y rompen las bolitas del pino, el chico es feliz.
Además, en el mail pidió cosas lindas para sus papás y para su hermanito que está en la panza, o sea que además es generoso. ¡ah!, y la noche del 24 le dejó de sus galletitas a Santa, para que comiera y un vaso de leche para que no se atragante.
Y para eso, que cuesta 2 mangos, se portó bien todo el año, le hizo caso a los padres, paró peleas en el jardín, obedeció a las maestras, comió toda la comida y pidió repetir el plato.
La cara que hizo cuando abrió el paquete a la mañana (porque acá se abre a la mañana) y vió las pelotitas es casi casi indescriptible, por eso se las actúo, miren, era como así, ¿ven?
Eeeeeeso sí me hizo reflexionar y no la sidra de la noche anterior. ¡Qué poco que cuesta la felicidad!, ¡qué poco que cuesta la sonrisa de un chico!, y sin embargo, ¡cómo garpa!, te sentís lleno y una cosquillita medio chistosa te mueve la tripa como debajo del esternón (ojo, que puede haber sido el fernet, pero yo voto por la sensación de verlo abrir el regalo).
De golpe, todos los retos, todas las peleas, todas las penitencias, todos los chas chás, se disuelven y te lo querés comer a besos y abrazarlo hasta que pida pido.
Si hasta se me escapa un lagrimón hora que estoy escribiendo, vea.

PD: ¿vieron?, al final sí salió positivo el post.
PD 2: Los interesados en hacer el Grinch de guacamole que ilustra este post, vayan acá.

8 comentarios:

Tampax Ultra dijo...

¿vieron? ¡volví a postear!

ElFlaco dijo...

Lo parió Mendieta, volviste y con todo guacho, me encanto el post aunque te querras hacer el grinch sos mas bueno que la vaca del pesebre.

Anónimo dijo...

TAMPAX!!!!
Extrañaba tus textos, carajo.
Y extrañaba, sobre todo, estos: los que me ponen a sonreir como mensa y me dejan de buenas pa'l resto del día.
Lo dije y lo repito: SOY FAN DEL AGUS! Por favor, dale varios besos de parte de ésta loca que él no conoce, pero que lo admira desde lejos.
Abrazos navideños y añonueveños para ti, la vale y los dos enanos!!

Tampax Ultra dijo...

Todos los saludos serán dados Ximénez.
Dato, las de cuentas de acá le dicen Abelardo al Agus, porque es tierno y todo amarillo.

Flaco, es cosa de ponerse a escribir, una vez que largo, me escribo encima... pero en esta época me da vagancia agarrar el teclado.

Anónimo dijo...

Amén. Este post parece que lo escribí yo. A mi me pasa lo mismo que a usted. Llamame hereje. Me jode tener que juntarme con la flia. y poner cara de póker, pero es que la idea de la Navidad me deprime. Eso es, me deprime inmensamente, y no sé porque, algún dia lo sabré.
Lo único bueno son los feriados y el alcohol, loco.
Por ahora.

El año nuevo es ooootra cosa. Ese si.

Unknown dijo...

Veo que te has puesto sentimental.
Ahora, Podrías haberle comprado algo más caro a tu hijo para navidad.
Lo vas a poder seguir engañando con Papá Noel, pero con el valor de los regalos ¡agarrate!

Unknown dijo...

Me alegro que hayás vuelto a postear. Pense que te había agarado una depresión mezclada con cargo de conciencia y extrañitis entre otras cosas.

Tampax Ultra dijo...

No Christian, ni extrañitis, ni depresión, ni cargo de conciencia. Nunca sufrí de esas cosas. Vos me conocés de más chico y sabés que me pasaba temporadas enteras sin llamar por teléfono a casa y sin que se me moviera un pelo. CReo que mis papás nos criaron medio así, como desangelados. Porque los 4 somos parecidos en eso de no llamarnos nunca.
Ya sé, ya sé, el año que viene se viene el pedido grosso y todo lo que ahorró Papá Noel este año se lo gasta el año que viene.

Rubiaa. Coincido plenamente con usté y en este mismo momento comienzo a juntar firmas para que se unifique Navidad con Año Nuevo y dejemos de vivir esta farsa.